A pesar de ser una receta sencilla la he ido adaptando a lo largo del tiempo, sobre todo por el tema de la nata. Siempre tenia remordimientos por usar un ingrediente con un alto contenido graso y al principio lo sustituia en parte con leche, pero al final acabé por utilizar nata vegetal, que además de tener menos de la mitad de contenido en grasa es también mas saludable. Tampoco es necesario ese contenido graso como en otros platos como por ejemplo a la hora de montar nata, que para que esta monte y no se venga abajo es necesario ese alto porcentaje de materia grasa, aunque según he podido leer hace poco, hay mucha gente que monta nata con nata vegetal y los resultados son espectaculares, otra cosa para probar.
Otro tema es el de la propia espinaca, si es fresca hace falta mucha cantidad, ya que no cunde nada, ya que hay que hervirla unos minutos si es fresca, y al hacerlo la cantidad se ve reducida a una cantidad ridicula. Por este motivo he empezado a usar espinacas congeladas.
INGREDIENTES (3 personas)
600 gr de Espinacas frescas o 750 gr congeladas.
200 gr de Nata vegetal.
125 ml de Leche.
2 dientes de ajo.
1 Cucharada de piñones.
Sal.
PREPARACIÓN
En caso de las espinacas frescas se ponen a cocer en una cacerola grande durante 10 minutos, se retiran, escurren y reservan.
En caso de optar por las congeladas, habrá que dejarlas descongelando la noche anterior.
En una sartén a fuego bajo se sofrien los piñones junto con los ajos cortados en laminas, con cuidado de que no se quemen.
Añadimos la nata a la sartén y lo mezclamos con los ajos y los piñones, lo dejamos un minuto.
Agregamos las espinacas moviendo bién, lo dejamos cocer unos minutos, en este momento añadimos sal al gusto.
Si queremos que sea mas liquido o vemos que se queda un poco seco podemos añadir la leche, si nos gusta mas cremoso (como es mi caso, podemos añadir 100 o 150 ml mas de nata. Al gusto de cada uno.
Retiramos, emplatamos y servimos inmediatamente.