Plato tradicional que requiere de un poco de paciencia, es facil, pero como se tiene que hacer a fuego lento y los ingredientes hay que ir agregandolos poco a poco puede resultar un poco tedioso, pero el resultado es delicioso.
INGREDIENTES.
1 cebolla grande
1 pimiento verde.
1 pimiento rojo.
1 calabacín.
1 diente de ajo.
3 tomates triturado.
Aceite de Oliva.
un par de cucharadas de vino blanco.
Sal.
PREPARACIÓN.
Se corta las cebollas en trozos medianos lo mas regulares posibles.
Se lavan los pimientos, se extraen las pepitas y se cortan en daditos.
Lavamos el calabacín y lo cortamos en dados un poco mas grandes, como de 1,5 cm, y lo reservamos todo.
Cortamos también en dados más grandes el calabacín, con piel. Picamos el ajo muy menudito, sin germen.
El tomate hay que triturarlo por lo tanto hervimos un poco de agua, les hacemos unos cortes verticales y los sumergimos en el agua hirviendo unos segundos, los sacamos, pelamos, y trituramos, reservamos.
En una sartén a fuego medio ponemos aceite suficiente como para poder sofreir todo, si despues vemos que nos hemos quedado cortos añadimos un poco mas, sin pasarse.
Sofreimos la cebolla hasta que esté transparente, añadimos los pimientos y el ajo, hasta que el pimiento cambie de color.
Añadimos el calabacin y seguimos con la cocción hasta que se ablande un poco, no hay que olvidarse de mover de vez en cuando, yo prefiero tapar, para que el vapor ayude a la cocción.
Cuando veamos que el calabacín ya está blandito agregamos el tomate triturado y el vino. Este es el momento en que podemos eliminar algo de aceite, por si no gusta muy aceitoso.
Agregamos la sal y dejamos cocer unos minutos hasta que el liquido se reduzca, si te gusta mas caldoso retira cuando creas oportuno.
Para rematarlo podemos servirlo con huevo frito o como he hecho esta vez, con huevo escalfado. Es sencillo si utilizas el metodo que uso, también se puede hacer de la forma tradicional, como mas te guste.
Muy rico.
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